Meterse en el mundo del otro

Mariano Morales entrevistado por Malla, el blog de la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño de la Universidad Nacional de Mar del Plata.

Meterse en el mundo del otro

Mariano Morales es diseñador gráfico y docente. Hizo revistas, libros, postales, agendas, afiches; marcas y logos de estudios y comercios aplicados a millones de cosas –cascos, lápices, bicicletas, papeles de alfajor- y algunas de las cosas con rasgos más lindos que alguien puede encontrarse en la ciudad. En esta entrevista, cuenta cómo encontró el diseño; para qué piensa que sirve y porqué soñar despierta la consciencia.


Sobre el autodescubrimiento

“Yo creí que iba a ser profesor educación física… O entrenador de Básquet… Siempre me encantó ese deporte y juego desde chico. A los diez años todas mis carpetas estaban forradas con collages de básquet y surf… Además, siempre me pareció que la clave está en la educación. Todo era cierto pero la traducción no iba a ser tan exacta…” (Risas). “Un día… mientras todas las pelotas picaban a la vez y los chicos hacían lo que querían, me di cuenta de que no era eso lo que me gustaba… No es que decidí ser diseñador. Fue algo más bien que fui asumiendo o un camino de autoconocimiento… de lo que traía o de lo que me gustaba realmente. La decisión de estudiar Diseño fue casi… casual: yo vivía frente a la Escuela Martín Malharro y una novia que tenía se anotó ahí. Entonces me dijo: ¿por qué no te anotás? Te queda en frente”. Y me anoté con ella.


En mi casa siempre había cambios, promovidos por mi madre que era artista, ceramista, actriz y además tenía una tendencia a refaccionar, a reciclar partes de nuestra casa, siempre que podía. Se cansaba o se le ocurría una idea… y la casa cambiaba. Me acostumbré a esta idea de que se muevan elementos pero algo quede estable. Y desde muy chico lo que sí reconozco es que me interesó la creatividad; las ideas que tiene la gente sobre lo que sea… cómo se les ocurre algo o cómo harían algo. Interpretar cómo lo quiso hacer o porqué lo hizo así me encanta”.


Y la educación…

“Hoy pienso en la educación no formal y me parece que hay algo de esa forma que tiene más sentido… Me parece que se trata más de hacer que de saber… He visto en mucha gente –y un poco a todos nos pasa-: hacemos todo el camino como nos dicen (estudiar, aprender, formarnos, recibirnos, trabajar en los canales prefijados) y luego aparece la infelicidad… ¿Y por qué aparece? Algo de la forma en que aprendemos o de lo que creemos que debemos saber está escindido de nuestra esencia porque está enfocado pensando en las herramientas productivas, la eficiencia según los estándares de la globalización y estar todo el tiempo tratando de mejorar aquello que fue hecho en el pasado, en vez de arrancar por preguntarnos qué es lo que tiene sentido o quisiéramos hacer, sin esos condicionamientos. Para empezar por esa suerte de 0 se requiere cierta pausa y contemplación… pensar quiénes somos, qué creemos, qué queremos. Hace poco leí el libro de Ken Robinson… El elemento. Me parece que el camino pasa por buscar en qué fluimos, nuestra esencia, dejando de buscar afuera y querer ser lo que pensamos que está bien ser o lo que nos dicen…”.


Sobre la identidad marplatense

Ahora puede ser que de a poco esté  cambiando… Que esté en plena evolución la identidad de esta ciudad… Pero todavía una parte de esta ciudad sigue pensándose desde la mirada de un balneario. Mirar la elección que hizo la sociedad para la Municipalidad lo evidencia: no se proyecta qué hacer con la ciudad. Lo único que se proyecta es que la gente venga. Y la gente viene a hacer cosas porque todo el mundo quiere venir a Mar del Plata. Por sus condiciones naturales, la ciudad es un gran socio… Pero todavía -a pesar de todo lo que se viene haciendo: todos los años hay festivales internacionales, conciertos, artistas que desembarcan; todo el año y construcción de contenido local- la sociedad en su conjunto no ha asimilado la idea de una identidad local. Y aunque hay muchas producciones y acciones con esa impronta, todavía puede que pase un poco inadvertido. Reconocerlo, saberlo, creo que es más que una tarea de comunicación… Tiene que ver con la asunción de qué ciudad somos y surge del entrecruzamiento de sectores, de hacer vínculos.


Identidad y dos casos…

Un poco el diseño es un resultado de una búsqueda hasta saber quién es el otro. Requiere de una escucha profunda y de ir sacando lo que no es o interpretando lo que quiere ser. Hay una frase muy usada, devenida de la Bauhaus que dice: menos es más… Yo no estoy muy de acuerdo con que sea siempre una buena frase. Me parece mejor: mejor es lo justo, lo necesario para transmitir la esencia de algo… La frase de Bauhaus no aplicaría a Almodóvar, por ejemplo. Tampoco a una alfombra persa. Y no es menos hermosa porque no sea minimalista. Ahora parece que siempre lo minimalista es mejor. Y es mejor si la cosa o la identidad de eso es minimalista. Si no, no.

Meterse en el mundo del otro

Meterse en el mundo del otro

Meterse en el mundo del otro

Meterse en el mundo del otro

Métrica: fue una experiencia impensada e increíble. Vinieron los chicos de la disquería a pedirnos que diseñemos unas páginas donde hubiera reseñas de discos y libros… Pero ellos sabían escribir… Y les gustaban cosas que a nosotros también… Y empezamos a compartir ideas… ¿Y por qué no ponerle un dossier coleccionable? Y mejor contar una biografía de artistas que admirábamos… Así se convirtió en un proyecto compartido: una revista de colección.

Meterse en el mundo del otro

Meterse en el mundo del otro

Sumatra: Cuando empezaron con la marca de ropa no estaba muy claro qué querían mostrar… Les gustaba un pedacito de cada cosa… trataban de definirse haciendo un collage y ellos no veían lo que sí eran. ¿Ustedes son surfers; hacen surf? No. ¿Son rugbiers? No. Entonces no hagan eso, les propuse. Pero viajaban, les gustaba sacar fotos, tenían una relación muy estrecha y de afinidad con la naturaleza, son cocineros… Ellos tenían un sello: étnico, viajero, místico, artístico… Y no podían ver quiénes eran porque estaban tratando de pensar parecido a quiénes… Y tenían algo original. A veces un poco siento que uno trabaja, funciona, como un espejo… El diseño es un lugar donde uno se puede ver. No es un lenguaje que se superpone… Es una herramienta de traducción de una esencia.


¿Qué claves te gustan?

1.La repetición perjudica al mensaje

2.Necesito que esté el humor en lo que hago

3.El anonimato del diseñador en el diseño es fundamental

4.Todo lo que pueda no estar que no esté, pero que lo que tenga que estar esté

5.La combinación debe estar buena

6.El diseño es pensamiento, búsqueda de ideas, cuestionamiento


¿Cuál es el norte del camino o el horizonte?

Siempre busco ir hacia un lugar saludable. Hacia el amor, el arte, la educación, la gente que hace para otros.


Mariano Morales nació en Mar del Plata, el 30 de abril de 1974. Es diseñador gráfico y docente en la Escuela de Artes Visuales Martín Malharro -en las materias: Diseño Institucional y Síntesis Visual II- y en el Instituto Hilet, -en Taller de Diseño I-. Conformó el estudio WOK y formó la Fundación Gráfica que fue un lugar experimental de educación en diseño y gestión y funcionó hasta el 2016. Dice que ayer soñó por primera vez, desde hace muchísimos años.

por Celina Artigas / 2018-02-25


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