Rebranding, ¿qué motivos pueden impulsar el cambio?

En el contexto del Branding corporativo, existe una rara avis: el re-branding. Todo cambio es una oportunidad, pero también puede presentar un riesgo, si las medidas tomadas no cuentan con el suficiente análisis.

Rebranding, ¿qué motivos pueden impulsar el cambio?

Un jardinero le dice a otro jardinero –divirtámonos mientras podamos.

Cuac..!


Ahi termina el chiste, no hay explicación, no hay contexto. Simple claro y contundente. 
Por supuesto que para entender este chiste debemos tener de antemano ciertos conocimientos: que es un jardinero, a que se dedica un jardinero, que es divertirse y que es podar.

El chiste funciona, lo conté cientos de veces en diferente tipos de situaciones y nunca me dejo mal parado. Hasta que una vez se lo conté a un amigo español. Fracaso total y por partida doble, nada peor que intentar explicar un chiste. Simplemente no lo intenten.


En el contexto del Branding corporativo, existe una rara avis: el re-branding. 

Lo interesante de un proyecto de rediseño de identidad corporativa es que la empresa ha tomado la decisión de descartar o remodelar una imagen antigua que probablemente era segura y familar pero que, con el paso del tiempo, ha desarrollado una idea mejor de sus puntos fuertes y débiles, así como una idea más exacta de hacia dónde deberá ir su emprendimiento.


Pero no siempre funciona de esta manera, como en el ejemplo del chiste del jardinero, muchas veces nos encontramos ante casos que no toman en cuenta la totalidad del contexto. Una intervención exitosa de rediseño debe columpiarse entre el pasado, el presente y los objetivos futuros de la empresa. Todo cambio es una oportunidad, pero también puede presentar un riesgo, si las medidas tomadas no cuentan con el suficiente análisis. 


Una imagen que necesite reubicarse generalmente no representa a un emprendimiento que luche por sobrevivir. Por el contrario, hay empresas que buscan formas de mejorar todavía más su posicionamiento con ligeros, hábiles y prácticos ajustes.


Una identidad rediseñada debe ser el reflejo del nuevo yo interior de la empresa.

Rebranding, ¿qué motivos pueden impulsar el cambio?

Todo rediseño de identidad se divide en dos planos bien diferenciados de comunicación, utilizando la figura del iceberg, podemos ver a simple vista aspectos sobre la superficie y bajo la superficie


Sobre la superficie:

A. Identidad visual

B. Identidad verbal

C. La marca

D. Arquitectura

E. Aspectos sensoriales


Bajo la superficie:

F. Valores y atributos

G. Personalidad de la marca

H. Propuestas de valor

I. Arquitectura de marcas

J. Posicionamiento

K. Mundos de inspiración


La figura del iceberg funciona gráficamente a la perfección, lo evidente, la punta de la gran masa de hielo emergente sobre la superficie, se sostiene gracias al conjunto de valores y atributos que subyace bajo la superficie.


¿Qué motivos pueden impulsar el cambio?


Primero, es importante que exista un razón de peso para comenzar un proceso de rebranding. Si no hacemos este cambio a conciencia, podría transformarse en una pequeña bola de nieve que desciende rodando una montaña hasta convertirse en una amenaza descontrolada. 


Lo segundo que tenemos que tener en cuenta, es que todo cambio debe ser debidamente comunicado, dentro de una estrategia de comunicación meticulosamente orquestada hacia dentro y fuera de la empresa. 

Esta comunicación es una oportunidad única para atraer la atención de nuestras principales audiencias. Es una excusa perfecta para comunicar y generar notoriedad en torno a la marca. Cuando la gallina pone un huevo… cacarea!


Hay diversas razones que pueden hacer recomendable o indispensable un cambio en el branding de una empresa, producto o servicio. Veamos a continuación las principales:




1. Actualización


Esta es quizá la mas común de las razones, dependiendo de los rubros, por las que un producto o empresa decide ajustar o modificar su identidad visual: 
la tendencia o moda del momento, y tienen que ver con las corrientes actuales de diseño. Desde hace ya muchos años se tiende a la simplificación de las marca, eliminando elementos que se consideran superficiales, para lograr un mayor impacto visual.




2. Evolución

También puede ser necesario un cambio de identidad cuando existe la necesidad de comunicar la renovación que está experimentando una compañía. El proyecto evoluciona o se diversifica haciendo que la imagen actual se vea anticuada, obsoleta o incompleta en su mensaje visual. 


3. Mercado

Vivimos en un mundo en constante cambio y evolución, cambian las normas, los paradigmas, la manera de relacionarnos y de comportarnos, cambia el modo en que nos comunicamos y el modo en que vivimos en sociedad. Una sociedad que cambia constantemente es igual a un mercado que se transforma día a día


4. Expansión territorial

Hay proyectos que atraviesan las fronteras hacia otros mercados con diferentes competidores y un nuevo contexto de comunicación. En muchos de estos casos debemos intervenir incluso el naming o la propuesta cromática.


5. Deficiencia

En contadas ocaciones es posible que la marca en cuestión no ofrezca un aspecto profesional, que presente problemas de versatilidad a la hora de aplicar el logotipo sobre diferentes medios y soportes o resulte demasiado costosa su reproducción.


Cuando los clientes nos consultan sobre este tema, les aconsejamos hacer primero un diagnóstico. Cada caso es particular y depende de múltiples factores a tener en cuenta.

El motor de estas consultas suele ser en gran medida la competencia. Nace un competidor en el mercado que entiende mejor las reglas contemporáneas de comunicación y acierta en su estrategia de branding y suenan todas las alarmas en la empresa. 


Promover el crecimiento a través de una imagen renovada es una acción enérgica y táctica.

Una identidad rediseñada debe ser el símbolo de un cambio y no el cambio de un símbolo.

por Mariano Morales / 2018-02-09


Compartir:
 Share Linkedin  Share Facebook  Share Twitter